Amor, amor, amor en Guatemala

Antes que mi mamá descorche un vinito le sugiero que siga leyendo esta entrada.
Estoy quedándome en Guatemala en un hogar de niños que queda por San Lucas. Mi amigo arregló para que pudiera pasar los días aquí.
Mis amigos más cercanos sabrán el interés que tengo por los niños huérfanos así que super sorprendida cuando Roland me avisó que pasaría mis días en un hogar de niños. Si lo hubiese querido planificar no podría haberlo hecho tan bien. Dios es bueno, cumple deseos del corazón que uno los tiene tan guardados y no se los dice a nadie. Sólo el lo sabe. Eso me sigue sorprendiendo.
El hogar se llama "la casa de paty", (casualidad?? Les cuento que no soy más pato mi nombre guatemalteco es paty jajaj) hay 21 niños viviendo aquí. Bebitos y niños más grandes. Y hay un grupo de mujeres que son geniales. Ellas me están haciendo sentir super cómoda.
Estuve hablando con wendy ella es muy amable como todas y me contaba la historia del lugar.
Se creó hace dos años por el deseo de una señora (paty) que quería crear un hogar, ella enfermó de cáncer y no pudo cumplir su deseo pero otras personas lo llevaron adelante.
Wendy me hablaba con tanta pasión acerca de los niños que su relato me hizo llenar los ojos de lágrimas.
Los que los mueve a ellos es el amor, me explicaba que no es tan importante recibir tantas donaciones de juguetes o cosas materiales sino que lo que más importa es que los niños reciban amor. Porque las cosas materiales llegan. Lo que importa muchismo es Que vengan a jugar con ellos, que pasen el tiempo, que los escuchen, los abracen y los besen.
Me contaba además que en el tiempo que lleva trabajando aquí los niños les han enseñado a ella a ser mejor persona. Pues viven sin rencor a sus padres que los dejaron porque así se lo manifiestan a ella y eso en un momento la sorprendió y se dio cuenta de como a veces se enojaba con alguien de su familia y guardaba rencor por una pavada. Y que duro que es a veces nuestro corazón.
Pero estos niños que podrían ser rencorosos, odiosos, con malos modos por las cosas que pasaron no son asi nada que ver son super amorosos.
El primer día que estuve aquí david (uno de ellos) se pego a mi y me enseñó su cuarto, sus juguetes, sus cosas. Me abrazaba y no se soltaba. Yo pensaba que Ellos necesitaban amor  (y si lo necesitan) pero ellos me están dando tanto amor que me conmueve.
Los días aquí son muy buenos, mi corazón está sensible.
Se siente mucha paz y el amor en el aire.
Fotos: 1 con María belén de 4 meses.
2 plato colgado en el comedor
3 Oscar (con acento en la o como le digo a mi hermano) mira oz tu tocayo!
4 los niños desayunando antes de ir al cole