miércoles, 3 de septiembre de 2014

Vi a Dios

Mis ojos lo vieron ( a Dios)

Lunes 10 de la noche.
Me encuentro en mi casa en una maratón de vómitos que empezó a las 7 y no paraba.
De pronto llego Dios, tocó el timbre, me subió a su    honda civic   y me llevó al seguro  social de santa tecla. Yo estaba débil. Cada vez que me  levantaba las náuseas venían. Al llegar al seguro vimos la cantidad de gente y nos quedamos esperando. Mientras mi mente repasaba el mismo episodio cuando me sucede en curuzu o en buenos aires.
De repente me dice: nos vamos a otro lado. Y me lleva a un hospital que queda bastante lejos. Cuando llegamos también tengo que esperar, pero ya me estaba desesperando.
El me decía que me tranquilizara y me acariciaba la cabeza y la espalda. No hay sensación mas increíble que esa ( En ese momento que uno desea tanto a su mamita.) Me compró agua y pagó mi consulta que no fueron dos pesos. Y luego me llevo a casa. Siendo como las 1 de la noche.
Al otro día lo volví a ver, pasó a dejarme una lata de sprite ( lo que tomo cuando estoy así y no quiero mas agua) y mas tarde llegó a casa con dos bolsas del supermercado llenas de gelatina, jalea,etc etc. (Esas cosas que uno come cuando está asi)
Se quedo un rato haciendome reír y conversando conmigo a pesar de mi facha deprimente.

Cuando se fue, pensé: que hice para merecer amigos tan geniales? No los merezco! Y ahí me di cuenta que no eran ellos. Era Dios mismo.
Ellos dejándose usar por Dios. Saliendo tarde en la noche. Poniendo dinero. Dando un esfuerzo extra por esta extranjera que desde un tiempo es su familia.
Y al pensar eso lloré. Lloré de alegría y de esperanza. De amor y de sorpresa. Lloré verme en los brazos de  un Padre que tiene cuidado de mi. Que no importa cuan lejos  Yo esté de mi familia. No hay lugar tan lejos que mi Padre celestial no pueda estar y salir en mi ayuda.

Y después me pregunté: cuantas veces fuiste la imagen de Dios para alguien?
No se requiere de ninguna ciencia. Solo un corazón dispuesto a salir de la comodidad y estar cerca del necesitado.
En este tiempo de retos, no te reto a que te tires agua, te reto a algo mas real, ser las manos de Dios para alguien en necesidad cerca tuyo.

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